• Acompañamos, de la mano de Nissan, a la comunicadora y divulgadora Judith Tiral y al karateka Damián Quintero en un recorrido por los escenarios y costumbres más emblemáticos del país  
  • Japón es un lugar en el que modernidad y tradición se fusionan a la perfección y esa misma filosofía es la que define a la marca nipona
  • Acompañamos, de la mano de Nissan, a la comunicadora y divulgadora Judith Tiral y al karateka Damián Quintero en un recorrido por los escenarios y costumbres más emblemáticos del país  
  • Japón es un lugar en el que modernidad y tradición se fusionan a la perfección y esa misma filosofía es la que define a la marca nipona
  • Acompañamos, de la mano de Nissan, a la comunicadora y divulgadora Judith Tiral y al karateka Damián Quintero en un recorrido por los escenarios y costumbres más emblemáticos del país  
  • Japón es un lugar en el que modernidad y tradición se fusionan a la perfección y esa misma filosofía es la que define a la marca nipona
Damián Quintero y Judith Tiral y tomándose un selfie en la noche de Tokyo

De lejos a cerca, Japón es un país de 378.000 km², más de 125 millones de habitantes, la tercera economía del mundo por volumen de PIB y, según el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, uno de los diez lugares con mejor calidad de vida. Japón es la panorámica del Monte Fuji, el ajetreo en el cruce de Shibuya en Tokio o la isla de Okinawa y sus habitantes, dicen muchos, los más longevos del país.

Y Japón también es aprecio por la belleza y la simplicidad. Orden, perfeccionismo. Es el Tokio repleto de rascacielos y neones que nunca duerme, pero también de cerezos en flor y templos sintoístas que atrapan por su espiritualidad y tranquilidad. Es trabajo intenso, esfuerzo; tecnología precisa. Innovación, modernidad. Misterio y seducción.

Judith Tiral y Damián Quintero adentrándose en el santuario de Akasaka en Tokio
Judith y Damián se adentran en la historia del santuario de Akasaka en Tokio (George Yajima)

Quizá todo esto puede imaginarse antes, pero no es hasta que se pisa tierra nipona que el visitante descubre la verdadera dimensión de la esencia japonesa en primera persona. Y algo más: la hospitalidad superlativa de sus gentes. La gran sorpresa que es, a la vez, un gran regalo. Seguimos sumando, y Japón es también un mosaico perfecto formado por sus piezas de artesanía, sus jardines, sus casas, donde todo, fruto de la previsión, está conectado. Unas características y valores que definen e inspiran a marcas vanguardistas como Nissan. Fascina Japón hasta el punto de quedarse a vivir en uno de sus rincones.

Japón sorprende al extranjero por la hospitalidad superlativa de sus gentes, por su carácter respetuoso y por el orden, replicado en cualquier espacio y ámbito

Es lo que le sucedió a Judith Tiral, que, desde hace cinco años, se dedica a viajar por el mundo y contarlo en sus redes sociales y blog. Ella es un testimonio real de alguien que llegó a Tokio como turista y se quedó. Fue así como aprendió de los oriundos y abrazó sus costumbres.

Ahora ha vuelto, para redescubrir Japón en un road trip junto al karateka Damián Quintero. Él fue medallista olímpico en Tokio 2020 y también ha pasado largas temporadas en el país. Hasta aquí venía siempre atraído por compromisos deportivos que lo han llevado a conocer de cerca el grado de respeto, humildad y gratitud que existe en su disciplina, unos valores que también se pueden extender –y, de hecho, se extienden- a otras facetas de la vida ahí.

Judith Tiral y Damián Quintero abriendo el maletero de su ARIYA en Tokio
Para vivir los valores de tradición y de modernidad de Japón, Damián y Judith han recorrido Tokio en un coche que aúna ambas facetas por su marcado carácter japonés, un Nissan ARIYA (George Yajima)

Porque Japón está asentada en una serie de principios fundamentales que rigen el comportamiento de sus gentes. Algunos ya los hemos mencionado, otros los descubriremos a través del viaje de Judith y Damián. Una aventura que emprenden junto a Nissan. No es casualidad. Precisamente, esta marca ha bebido y transmitido siempre los valores del auténtico Japón y es emblema de esta cultura milenaria más allá de sus fronteras a través de modelos como el nuevo ARIYA, protagonista también de esta ruta.

Un santuario y un recuerdo

La primera parada obligada es un santuario sintoísta dedicado a la deidad Oyamakui no Kami, el templo Hie o Hie Jinja, situado en pleno barrio de Akasaka, en Tokio, en un oasis de paz en mitad de la urbe. Aunque se popularizó en el siglo XVII, la estructura actual data de 1958, ya que fue destruido por un incendio. De aquí, Judith y Damián se llevarán un recuerdo para siempre, un goshuin.

Judith Tiral recoge su 'goshuin' en el santuario de Akasaka (Tokio)
Judith y Damián recogen su 'goshuin' en el santuario de Akasaka, un sello hecho a mano que se ofrece en todos los templos en Japón (George Yajima)

Arte ancestral

Vuelta a la carretera. Judith y Damián recorren en su Nissan los 20 kilómetros que separan el santuario de Akasaka de la siguiente parada: el taller del maestro Tanaka. Lleva 20 años dedicado al kumiko, una de las técnicas japonesas más tradicionales de trabajar la madera, que nació durante la era Asuka (600-700 d.C.) y se ha ido transmitiendo de generación en generación. En esta técnica influyen dos pilares estéticos básicos que son el Ma ( “間”) y el Sei (“整”), representantes de ese estilo japonés atemporal que tanto atrae y fascina.

El 'Ma' ( “間”) y el 'Sei' (“整”), representantes de ese futurismo atemporal japonés que inspira los diseños de Nissan

Si el primero es el dominio del espacio vacío, respetando su construcción, es decir, el control del espacio mediante habilidades y técnicas sin artificios complicados, sino basándose en la armonía de los elementos desde el principio, el segundo es el tratamiento inteligente de las estructuras y los detalles a partir de un diseño, un elemento o una función.

La inspiracón en el arte japonés 'kumiko' para el diseño interior de Nissan ARIYA
El 'kumiko', trasciende de la arquitectura, por ejemplo, el diseño de algunos elementos de Nissan se inspira en el patrón propio de este arte (Nissan)

Pero estos dos principios, unidos al uso del kumiko, trascienden de la arquitectura y los japoneses los usan para diseñar cualquier cosa. En el caso de Nissan, la marca ha utilizado y reinventado un patrón kumiko, y lo ha integrado en el diseño de los faros led y en el interior del vehículo, para matizar el brillo de la iluminación. Comparten en Nissan esa misma atención por el detalle que los artesanos de esta práctica ancestral, eso sí, siempre manteniendo una voluntad de estar a la vanguardia e innovar.

El 'Ma', el 'Sei' y el 'kumiko', también en Nissan

Maestro artesano japonés enseñando sus piezas a Judith Tira y Damián Quintero en Tokio
El maestro Tanaka elabora sus piezas artesanales en su taller en Tokio (George Yajima)

Y ese no es el único vínculo de Nissan con Japón. El engawa, aquel pasillo que une las casas japonesas con sus jardines, queda de alguna forma representado mediante un espacio de información que conecta el exterior y el interior del coche. Un ejemplo de ello es el movimiento de la pantalla informativa, que pone al alcance del conductor las coordenadas e indicaciones necesarias. También se ha instalado un retrovisor interior inteligente, que facilita la orientación.

Hay más. Porque tanto el exterior como el interior de los modelos de Nissan reflejan esa perfecta comunión del Ma ( “間”) y el Sei (“整”). El exterior cuenta con una sola línea dinámica que va de delante hacia atrás, pero que resulta escultural, muy artística.

Diseño exterior de Nissan ARIYA mostrado desde el frente en una carretera de Tokio
Tanto el exterior como el interior de los modelos de Nissan reflejan la comunión del 'Ma' y el 'Sei' (George Yajima)

En el interior, se ha reducido la complejidad para que las prestaciones tecnológicas coexistan con los elementos decorativos y se cree un espacio que sorprende por su amplitud (Ma). El Sei viene dado por la combinación de líneas exteriores que recorren el vehículo y que generan una tensión silenciosa coronada por la luz del techo solar.

En el habitáculo, el sei está representado por los controles hápticos que se integran en el panel de instrumentos con sencillos iconos que ofrecen una respuesta táctil al tocarlos: la tecnología cobra vida como por arte de magia cuando el conductor la necesita. Igual que el engawa, ese pasillo de casa que parecía solo una pared y, sin embargo, es imprescindible para el bienestar del hogar. Japoneidad en estado puro.

Contenido producido por Grupo Godó y Nissan.