Vídeo travesía 1982, un viaje en coche ida y vuelta a los años 80.

Descifrar un mapa de carreteras, perderse, volver a llamar desde un fijo rotatorio, desconectar del móvil para volver a conectar con la conversación. ¿Cómo habrán vivido la actriz Anna Castillo y la presentadora y creadora de contenido Gemma Galán esta aventura de viajar en coche como se hacía en 1982? A la vuelta encontrarán una sorpresa que ninguna de ellas espera.

Mosaico cintas de cassette

Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que viajar en coche era otra película. Lo que ahora es cómodo y sencillo, antes era toda una aventura que podía convertirse fácilmente en una odisea. Quién no recuerda salir con el coche cargado como un caracol con la casa a cuestas y pelearse por coger el asiento de la ventanilla para sentir el aire en la cara. Los viajes eran más largos, pero a nadie parecía preocuparle. Solo a tu hermano pequeño que repetía en bucle ese incómodo “¿cuánto falta?” sin respuesta. Entre uno y otro, para despistar, con el barullo de fondo, tu padre proponía un juego. Su imaginación no daba para más que para el clásico ‘veo veo’ que conseguía al menos desviar la atención durante unos minutos. Todo sucedía mientras sonaba por enésima vez aquel cassette de Mecano que ya era parte del coche.

UN VIAJE 42 AÑOS ATRÁS

Algo parecido es lo que han vivido recientemente la actriz Anna Castillo y la presentadora y creadora de contenido Gemma Galán que han podido experimentar en primera persona un viaje al más puro estilo años 80. Lo han hecho a bordo de un clásico: el Nissan Patrol de 1982, un legendario modelo que marcó un antes y un después en la historia de la automoción. Ese año España vivió la llegada del Patrol, pero también hitos como la celebración del mundial de fútbol o el estreno de la clásica película de ET que revolucionó la ciencia ficción. En aquel año Gemma y Anna no habían nacido, pero sí identifican la década de los 80 con toda esa energía extravagante y colorida propia de aquellos años.

Collage fotos Anna Castillo y Gemma Galán en su aventura años 80.

Ahora tienen la oportunidad de viajar como se hacía cuatro décadas atrás. No lo dudan. ¡Que empiece la aventura! Lo primero que encuentran es un completo kit ochentero con la mítica revista súper pop, un diario (La Vanguardia) de 1982, Peta Zetas (el mítico caramelo carbonatado) y otras gominolas, una gorra de Naranjito (la mascota del mundial de fútbol), una polaroid y un mapa de carreteras que les indica el punto de llegada. ¿Destino? Segovia.

Las chicas son amigas desde hace años y han hecho muchos viajes juntas, pero nunca uno como este. Sin teléfonos móviles, ni ayuda de la tecnología. Parece fácil, pero spoiler: no lo es. Así que arrancan la aventura nerviosas e impacientes por ver lo que les espera. “Me está trayendo muy buenos recuerdos”, confiesa Gemma con una risa nerviosa. Al parecer los viajes en coche que hacía de pequeña, todavía guardaban similitudes de aquel modus operandi de los 80.

Cinta de casette con título travesía 1992
Fotografía de un Nissan Patrol de 1982

El primer tramo del viaje va sobre ruedas, pero no tardan en perderse y deben parar a preguntar a un local para volver a encontrar la ruta. Se meten por un camino sin asfaltar que pone a prueba primero al Patrol, y después, a ellas. La adrenalina se apodera del coche. Anna, expresiva como pocas, no tarda en gritar y contagiar la emoción a Gemma.

Después del subidón, llega el momento de hacer la primera parada. Preparan rápidamente un picnic con un look muy de los 80 que encuentran en el kit: mantel a cuadros vichy amarillo y recipientes color pastel. Mientras disfrutan de la merienda, el horóscopo les desvela (cual bola de cristal) lo que les hubiera deparado la vida, un día como hoy del 1982.

Nissan Patrol en una ruta

Arrancan de nuevo y, gracias a que van sin móviles y están presentes, mantienen una conversación cómplice de las que solo se tienen con una amiga de toda la vida. Comparten momentos de su infancia, en los que sus padres preparaban los viajes en coche antes de salir de vacaciones con la ternura de quién proyecta toda la ilusión en esos días de descanso en familia. Tras un rato de conversación, se acuerdan de su amiga Greta Fernández y de lo bien que estaría dormida en la parte trasera del coche (sí, es de esas). Paran un bar de carretera a llamarla. En el local les prestan un fijo rotatorio como el que probablemente estaba en la mesa del salón de casa de tus abuelos. Por suerte, ¡recuerdan su número!

Al llegar, las puertas abiertas de una casa misteriosa, con un estilo minimalista las invita a entrar. Unos pósits las avisan: “Mañana seguiréis con la ruta” (¡Y lo que nos gusta una nota escrita a mano!) Por fin ese momento de descanso tan ansiado. Y es que nunca un viaje Madrid-Segovia había sido tan largo.

ESTE COCHE PARECE UNA NAVE ESPACIAL

Logo e-4ORCE del Nissan ARIYA

La mañana siguiente salen de la casa dispuestas a volver con el Nissan Patrol a Madrid. Pero basta con poner un pie fuera para ver que el coche que las ha acompañado en las primeras 24 h de su aventura ya no está. En su lugar, un Nissan ARIYA 100% eléctrico de última generación. “¡Parece una nave espacial!”, exclaman al verlo. El contraste es alucinante y Anna y Gemma reciben la noticia con asombro y algo también de nostalgia (sí, ya le habían cogido cariño al Patrol). “Es un poco como cuando vienen los Reyes Magos”, bromea Anna. La sorpresa es más que un simple cambio de vehículo. Parece que se hayan subido al DeLorean para viajar setenta años adelante. Al menos, así lo sienten ellas.

El Nissan ARIYA es una de las últimas incorporaciones del fabricante nipón que lleva décadas liderando lo último en tecnología ofreciendo vehículos más tecnológicos, seguros y sostenibles. Es un modelo actual, pero, es cierto, que parece del futuro. Adelantado a su tiempo, incorpora las últimas innovaciones del mundo de la automoción. Por fuera, reluce con esa luz mágica de primera hora de la mañana que realza las formas futuristas. Una estética sobria con líneas simples de aspiración japonesa a la vez que vanguardistas y modernas. El exterior lo avisa y el interior lo confirma: estamos ante un vehículo avanzado a su tiempo.

ANNA CASTILLO Y GEMMA GALÁN JUEGAN A COLOCAR DIFERENTES
ACONTECIMIENTOS EN UNA LÍNEA DE TIEMPO. ¿HABRÁN OCURRIDO ANTES,
DESPUÉS O EXACTAMENTE EN 1982?

Anna y Gemma se suben para investigar. El suelo y los espacios abiertos sin apenas separación entre el conductor y el copiloto dan una sensación de gran amplitud. Es como estar en el palco de un teatro, en el que ellas observan expectantes las pantallas envolventes y la información proyectada en el parabrisas (Head Up Display), una tecnología que reduce hasta medio segundo el tiempo de reacción del conductor. Por un momento, se quedan atrapadas por las luces ambientales que se proyectan alrededor suyo. Algunas en forma del patrón Kumiko, una técnica de carpintería japonesa funcional y estética utilizada en lámparas que tiene la capacidad de preservar el espíritu de la artesanía tradicional. De esa vorágine y extravagancia de los 80 al minimalismo y futurismo japonés atemporal del 2024 (o del 2050, quién sabe).

Recuperan sus móviles y lo primero que hacen es vincularlos al coche con la alegría y emoción de quién por fin vuelve a estar conectada con el mundo. El nuevo ARIYA les habla y les comparte las funcionalidades del coche: desde explorar la conducción inteligente, ver la información en el parabrisas o interactuar con el coche. ¡Ellas mismas tendrán que descubrirlo!

Volante del Nissan ARIYA

Solo así, viviéndolo en primera persona, Anna y Gemma llegan a ser conscientes de lo mucho que han evolucionado los coches en 42 años. Con toda la tecnología a su disposición y el GPS activado ponen rumbo a Madrid. En seguida, notan la suavidad en la conducción y la comodidad. El coche las pone a prueba para ver cuánto han aprendido del año 1982. El reto consiste en situar distintos acontecimientos como el mundial de fútbol de España o el nacimiento de la princesa del pop Britney Spears. ¿Cuánto habrán aprendido en el viaje de ida?

Nissan ARIYA en movimiento
Pantalla del navegador del Nissan ARIYA

Al poco tiempo, les entra el hambre y Gemma recuerda una pastelería que conoce de la zona. Preguntan al coche y se dirigen a la pastelería Farnese a comprar un dulce típico, las farinelas, unas mariposas de chocolate que se llevan de recuerdo de este viaje inolvidable.

La vuelta es otra historia. Llaman a sus amigos Jorge y Curro para contárselo. Entre risas comparten la aventura que están viviendo y ellos vacilan: “ahora vais en yate, guapas”. Y es que, lujos aparte, es evidente que, como dice Anna, ahora “el coche va a favor”. Lo que no va a favor es el tiempo. Al llegar a Madrid está diluviando, así que toman una decisión repentina. Revisan la autonomía del coche y aún quedan kilómetros para llegar hasta Córdoba. No dudan ni un minuto y siguen con su viaje… ¿Qué les esperará en su próxima aventura?

Contenido producido por Grupo Godó y Nissan.